Todos en algún momento hemos experimentado ruidos en las articulaciones como, por ejemplo: las rodillas que truenan cuando nos ponemos de pie, el cuello que cruje cuando giramos la cabeza y los tobillos que suenan cuando giramos.
Por lo general, el agrietamiento de las articulaciones puede ser fuerte, y quizás un poco desconcertante. No es de extrañar que muchas personas piensen que podría haber algún problema con sus articulaciones cuando las escuchan hacer ruidos.
Pero si el agrietamiento constante que se combina con dolor o hinchazón, podría ser una señal de que algo está mal. Es en ese momento cuando debes acudir a un quiropráctico.
Mientras el ruido de las articulaciones no sea doloroso, está bien. Si empieza a existir algún dolor, podrías tener una lesión que requiere tratamiento, como:
Los casos en los que estos chasquidos no están acompañados de dolor y no requieran de ningún tipo de tratamiento, pueden tomarse este tipo de medidas:
Todos en algún momento hemos experimentado ruidos en las articulaciones como, por ejemplo: las rodillas que truenan cuando nos ponemos de pie, el cuello que cruje cuando giramos la cabeza y los tobillos que suenan cuando giramos.
Por lo general, el agrietamiento de las articulaciones puede ser fuerte, y quizás un poco desconcertante. No es de extrañar que muchas personas piensen que podría haber algún problema con sus articulaciones cuando las escuchan hacer ruidos.
Pero si el agrietamiento constante que se combina con dolor o hinchazón, podría ser una señal de que algo está mal. Es en ese momento cuando debes acudir a un quiropráctico.
Mientras el ruido de las articulaciones no sea doloroso, está bien. Si empieza a existir algún dolor, podrías tener una lesión que requiere tratamiento, como:
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